Año 1958
El Padre Lasa entregando a mi padre las llaves de nuestra nueva casa, recuerdo a mi padre en invierno con su tabardo, que raro que esta foto no salga la boina (Sería por respeto al cura) su “uniforme de los domingos era el tabardo y la boina nueva (tenía otra mas ajada para “todos los dias”
Por fin nos íbamos de aquel caserón oscuro y tenebroso, en el que mi hermano me hacía miedo por las noches, con las sombras de un gato que se paseaba por el tajado, y se posaba en la claraboya, del techo de la alcoba.
Haciéndome creer que aquello que aparecía, y desaparecía era el mismísimo Satanás
Como el por entonces iba “para cura” le iba mucho lo de Lucifer. También me hacía tragar hostias a tutiplen comprábamos las obleas en la tienda de la señora María en la Plaza Vieja. Luego con un botón como molde, las recortábamos redonditas todas ellas y….ala a practicar, el futuro cura dándome de comulgar.
Eso sí cuando venía a casa de vacaciones el juego consistía en “baños de piscina”. Estábamos solos, en casa, arrastrábamos el colchón de la alcoba a la cocina (que era casi tan grande como una plaza de toros) lo colocábamos a los pies de la mesa….. y empezaban los baños, nos tirábamos de encima de la mesa al colchón y ale……….. a nadar un rato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario